sábado, 18 de octubre de 2008

EL VALOR DE LA PALABRA DE DIOS


La palabra de Dios como tesoro, fuente de alimento, conocimiento y fe.

Comúnmente la Sagrada Biblia para todos los Cristianos es un libro más y en algunas ocaciones un libro de lujo o un adorno de la sala de la casa que nunca se lee, y que desde que la compraron la tienen abierta en una sola página que incluso ya esta amarilla y el resto de la biblia es blanca; y a pesar de esto ni siquiera saben lo que dice la página que siempre han tenido abierta. Esa es la mayor tristeza, pues no nos damos cuenta de la enorme riqueza que hay en la Sagrada Biblia y no quitamos de nuestra cabeza el concepto que es solo un libro, que es aburrido y que no nos sirve para nada y no es así, la Sagrada Biblia es algo más, ya que es atravez de esta que Dios se nos manifiesta y revela pasando la Biblia de ser un libro a ser la palabra del mismo Dios por lo cual deberia ser nuestro tesoro más preciado; teniendo la plena certeza que si todos vivimos una experiencia con la palabra de Dios nunca más en la vida despreciariamos la Biblia convirtiendose esta en nuestra fuente de alimento espiritual, que es indispensable para todo cristiano. Primero que todo por la palabra, nos habla Dios, más muchos dicen: Es que Dios no me dice nada y eso me deja muy preocupado, pero como les va a hablar si no recurren a la fuente de la voz de Dios: “su palabra” y es que es palabra de Dios, no de cualquier persona. La sagrada Biblia fue escrita por los hagiógrafos que inspirados por Dios escribieron todo y solo lo que él quizo; esta es una razón muy fuerte para recurrir a ella pues el mismo Dios es el que nos habla y no un grupo de personas comun y corrientes. La Sagrada Biblia es viva y eficaz, pues, lo que hay escrito en ella aunque fue escrito hace muchos años se cumple hoy y se seguirá cumpliendo absolutamente todo lo que hay allí consignado, siendo eficaz en todas las circunstancias de la vida. La palabra de Dios es fuente de sabiduría y conocimiento por medio de la cual nos damos cuenta de lo que Dios quiere que hagamos y del como quiere él que seamos y nunca debemos olvidar que en la palabra de Dios esta fundamentada, basada y explicada toda la razón de nuestra fe. La riqueza de la palabra de Dios nos debe de llenar y alimentar cada día, debe ser nuestro mayor tesoro y nuestra principal fuente de lectura y al leerla hacerla vida. Debemos pues acudir a ella constantemente con el mayor amor y con la mayor fe pues será el mismo Dios quien se dirijira a nosotros.
Ojala todas las personas aprendieramos a valorar la riqueza que hay en la Sagrada Biblia y acercandonos a ella vivieramos una experiencia de Dios que nos llevase a generar un sólido proceso de conversión.
Que sea pues la virgen María, la mujer que antes de acoger la palabra encarnada en su seno la acogio en su corazón la que nos guie, ilumine y acompañe a recibir, acoger y a vivir la palabra de Dios de una forma radical.

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